Cómo afecta tus hábitos alimenticios al cáncer digestivo

Llevar una dieta con alto contenido de grasa saturadas y poca fibra es nocivo para tu salud, las comidas rápidas o comidas chatarras se han convertido en la alternativa común por la falta de tiempo. La cual genera malos hábitos alimenticios, aumento de peso que termina en obesidad, además de problemas en el sistema nervioso o envejecimiento prematuro que incrementa los factores de riesgo para padecer cáncer digestivo. 

Asimismo, pueden comenzar como pólipos no cancerosos y no suele presentar síntomas, pero se puede diagnosticar con los chequeos médicos, colonoscopia, endoscopia y así evitar el cáncer digestivoPara prevenirlo, debemos conocer los riesgos, comenzando con una mala alimentación carente de frutas y verduras, fibra y rica en grasas saludables. 

Es de suma importancia realizarse evaluaciones medicas a temprana edad, para la detección temprana de estos. Si presentas algunos síntomas como: cambios en los hábitos intestinales (diarrea o estreñimiento), sangre en las heces o deposiciones negruzcas, asociados a dolor abdominal y/o pérdida de peso inexplicable. Debes acudir al médico de inmediato.

Sabemos que el cáncer es una de las enfermedades más agresivas que existen y aún no se tiene cura, daña el organismo de manera tan fuerte que si es descubierto en un estado muy avanzado, las opciones de combatirlo son más difíciles.

Aunque, los factores que influyen suelen ser hereditarios, también se ha descubierto que una mala alimentación puede aumentar el riesgo de padecerlo. Existe una similitud entre el consumo de alimentos ultraprocesados y el riesgo de desarrollar cáncer.

Cuando decimos que un alimento es ultraprocesados es porque no se encuentra en su estado natural, sino que ha pasado por un proceso que lo ha hecho cambiar de apariencia, se cambia la cantidad de nutrientes al añadírsele conservantes, espesantes, aromatizantes y colorantes entre otros. Los alimentos, tales como los panes industriales, chocolate, galletas, refrescos y bebidas dulces, sopas instantáneas, comidas cocidas congeladas o listas para comer, y todos los productos elaborados con la adición de conservantes. También productos alimenticios que contienen azúcar, grasa y otras sustancias como aceites hidrogenados y almidones modificados, producirían efectos nocivos para la salud.

Estos alimentos, al ser creados artificialmente y al no estar en su estado natural, no son bien digeridos por el organismo, y sólo se van acumulando sin generar un mayor beneficio. A mayor modificación o procesos por los que atraviesa la comida, menor cantidad de nutrientes tendrá.

Si bien no está comprobado científicamente que el consumo de ciertos alimentos sea una causa de cáncer, estudios han arrojado una estrecha relación entre su consumo y el riesgo de padecer esta dañina enfermedad. Varias investigaciones han llegado a la conclusión que una dieta saludable, reduce el riesgo de padecer ciertos cánceres y también puede prevenir otras enfermedades, como la diabetes tipo 2, la osteoporosis y las cardiopatías.

Consumir frutas, verduras y alimentos ricos en fibras pueden reducir el riesgo de padecer cáncer. Es vital mejorar los hábitos alimenticios, hacer ejercicios y tener una vida tranquila libre de estrés. Cada vez hay más estudios que demuestran que una tener una alimentación saludable va de la mano con una optima salud. Empieza desde ya, para no lamentarte en el futuro y monitorea constantemente tu salud.